Otits externa y media en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

La otitis es una inflamación crónica del canal auditivo. Si es externa significa que la parte inflamada es la que toca al exterior y si es media se refiere al tramo intermedio.

La otitis externa aparece cuando se agrandan las glándulas que recubren el canal auditivo o producen un exceso de cera, provocando un estrechamiento del canal. Y normalmente la inflamación en el tramo intermedio se produce cuando la otitis externa es crónica y se alarga en el tiempo.

Las otitis son más usuales en perros con orejas grandes y caídas porque se acumula humedad y suciedad. Cuanta más ventilación tengan las orejas del perro mejor.


Síntomas

Dolor, sacudidas de la cabeza, arañazos en las orejas y mal olor. Signos como la inclinación de la cabeza, la falta de apetito, la descoordinación y los vómitos ocasionales pueden indicar el desarrollo de otitis media u otitis interna. 

En un examen físico realizado por un veterinario, un perro con la afección puede presentar enrojecimiento e hinchazón del conducto auditivo externo, descamación de la piel u obstrucción del canal auditivo.

Causas

Las causas pueden ser múltiples. Desde objetos extraños externos o acumulaciones de piel muerta o pelo en las orejas hasta parásitos o infecciones bacterianas o de hongos.

Otras causas:

  • Alergias alimentarias.
  • Reacciones a medicamentos.
  • Enfermedades autoinmunes.
  • Exceso de agua que se produce principalmente en verano.
  • Limpieza deficiente de las orejas


Diagnóstico

Para diagnosticar el oído medio, lo mejor es utilizar rayos X o resonancia magnética para identificar la acumulación de líquidos o crecimiento del tejido blando en el oído medio. Para el oído externo será suficiente una exploración física del veterinario. 

Una vez el veterinario ha visto el problema podrá decidir realizar un examen microscópico del líquido del oído o biopsia. Con ello podrá ver si la otitis está causada por parásitos, bacterias o enfermedades autoinmunes.


Tratamiento

El tratamiento de la otitis externa suele ser una buena limpieza y una terapia tópica con gotas antibacterianas, corticoesteroides, antilevaduras o antisépticos según el causante. En los casos graves, también se pueden prescribir antibióticos y antifúngicos orales. La otitis externa suele solucionarse en dos o tres semanas y la media tarda algo más. Para que no se repita, será necesario un cuidado especial de la zona de las orejas y mantener una correcta higiene. 

Si a pesar de los cuidados se repitiera el problema, podría haber alguna causa subyacente que el veterinario debería analizar.

Si las otitis no se tratan y perduran en el tiempo pueden provocar problemas graves como la sordera, la parálisis del nervio facial y hasta meningoencefalitis.