El dolor generalmente se concentra en un lado de la cara y genera:
- Babeo
- Incapacidad de cerrar la boca
- Mandíbula caída
- Pérdida de comida
- Deglución normal
- No hay pérdida de sensibilidad en la mandíbula o en la cara
La neuritis del trigémino también es conocida como la parálisis de la mandíbula. Quienes la sufren padecen una súbita incapacidad para cerrar la mandíbula debido a la neuritis o inflamación de un nervio craneal denominado trigémino. Esta inflamación produce una disfunción en el maxilar.
Se debe a una lesión nerviosa que va desde la inflamación, la desmielinización o pérdida de mielina que es el aislante de las células nerviosas que contribuye a la conducción de la señal eléctrica y que puede terminar en la degeneración de las fibras de todas las ramas del nervio trigémino y del cuerpo de las células nerviosas.
El dolor generalmente se concentra en un lado de la cara y genera:
Se desconoce la causa subyacente de la neuritis del nervio trigémino, aunque posiblemente esté mediada por el sistema inmunitario.
El veterinario preguntará por el historial médico y por los síntomas detectadas. Realizará una inspección física y también solicitará un perfil químico sanguíneo, un conteo completo sanguíneo, un análisis de orina y un panel de electrolitos para descartar otras enfermedades como la rabia y para determinar el estado de salud general del gato.
Las imágenes por rayos X son útiles para observar el cráneo y los huesos de las mandíbulas. La biopsia del núcleo de medula ósea y una biopsia muscular se pueden emplear para descartar otras posibles enfermedades.
Los tubos de alimentación rara vez son necesarios para mantener una ingesta adecuada de alimentos, pero pueden emplearse en caso de que el gato no pueda masticar o tragar la comida. En caso de dificultad para comer o beber se podría utilizar una jeringuilla grande para dejar en el fondo de la boca el agua y la comida en forma de puré. En caso de tener que “forzar” la alimentación, es importante que el gato mantenga la cabeza alta para tragar más fácilmente.
Por lo general, esta enfermedad se resuelve de forma espontánea después de 2-4 semanas. Si el problema fuera debido a una inflamación del nervio, los corticoesteroides ayudarán a desinflamar el nervio y acelerarán la recuperación.
Una vez que la contracción muscular de la mandíbula desaparezca, la mascota podrá moverla con normalidad. Dependiendo de la salud y edad del gato, el veterinario recomendara ejercicios para fortalecer los músculos de la mandíbula.