Paresia nerviosa facial: parálisis del nervio facial en perros
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

La paresia nerviosa es una disfunción del séptimo nervio craneal, también conocido como nervio facial. La alteración del nervio facial afecta a los impulsos eléctricos.  El resultado se evidencia por parálisis o debilidad de los músculos de los oídos, labios, párpados y por la reducción en la producción de lágrimas y saliva. 

No existe predisposición de género pero sí las razas como los cocker spaniels, los corgis Pembroke welsh, los bóxer y los setters ingleses tienen más probabilidades de experimentar esta afección. 

Síntomas

Exceso de babeo, la comida se cae de la boca, incapacidad para cerrar el ojo, frotamiento, asimetría facial, secreción del ojo, incapacidad para cerrar los párpados, amplia separación entre los párpados superior e inferior, disminución o ausencia de respuesta a la amenaza y reflejo de los párpados, asimetría facial y labios caídos.

Causas

Si la parálisis del nervio facial es unilateral, las causas pueden ser idiopáticas (causa desconocida), de origen metabólico (hipotiroideo), inflamatorio (otitis), traumático (fractura de un hueso en la base del cráneo), por pólipos nasofaríngeos o por cancer. En algunos casos, la parálisis puede ser inducida por un médico después de una mala práctica tras el enjuague quirúrgico del conducto auditivo externo. 

Si la parálisis del nervio facial es bilateral puede estar causada por botulismo, polineuropatías, miastenias gravis, metabólico, neoplasia hipofisaria, infeccioso o, rara vez, de origen idiopático. 

Por último, la parálisis también puede estar causada por accidentes cerebrovasculares.


Diagnóstico

El veterinario preguntará por el historial médico y la aparición de los síntomas y posibles incidentes que podrían haber precedido a la afección. Normalmente, el veterinario realizará una inspección física y tratará primero de determinar si la paresia es unilateral o bilateral y luego, buscará otros signos neurológicos. 

Se llevará a cabo pruebas de rutina que incluyan un perfil sanguíneo químico, recuento sanguíneo completo y un análisis de orina. En estas analíticas, el veterinario podría detectar enfermedades como el hipotiroidismo que son causantes de la paresia facial. Los rayos X, la tomografía computarizada o la resonancia magnética podrán emplearse para detectar lesiones o tumores. La otoscopia también se debería considerar para verificar que el oído no tenga infecciones. 

Tratamiento

Es probable que el tratamiento no requiera hospitalización tras las pruebas necesarias para el diagnóstico inicial. El tratamiento dependerá en todos los casos de la causa.

Si se detectara una infección en el oído, el veterinario recetará antibióticos y antiinflamatorios. Si el trastorno se encuentra localizado en el oído medio, la cirugía puede ser necesaria para aliviar la gravedad de la molestia. Si la afección es consecuencia de un trauma o inflamación, entonces el veterinario probablemente recete corticoesteroides y si fuera un tumor valorará si se puede operar o conviene tratar con quimioterapia.

En paralelo a la actuación para solucionar el problema, el veterinario también tratará de reducir las molestias. Si la afección está afectando al ojo, el veterinario debería recetar lubricantes para impedir que se desarrollen úlceras corneales. Y si el problema afectara a los músculos, en principio recetará fisioterapia para evitar la pérdida de la función muscular.