Hay tres formas de peste: la peste bubónica, la peste neumónica y la peste septicémica. Los síntomas asociados con la peste bubónica en los gatos incluyen inflamación dolorosa de los ganglios linfáticos, fiebre, inflamación, depresión, vómitos, deshidratación, diarrea, amígdalas agrandadas y anorexia. La zona de la cabeza y el cuello se hinchará considerablemente, y si el gato sobrevive, sus nódulos linfáticos pueden tener un absceso y luego se rompen y drenan. Otros síntomas incluyen secreción de los ojos, úlceras en la boca y pérdida de apetito, siendo evidente la pérdida de peso visible.
El período normal de incubación de la peste bubónica es entre dos y siete días después del contacto con la bacteria. En el caso de la peste neumónica, se producirá una infección pulmonar; y con la peste septicémica, que es poco frecuente en los gatos, aparecerán los mismos síntomas que la peste bubónica, junto con una infección sistémica de la sangre.