Los síntomas dependen de dónde se produzca el pliegue. Si ocurren en el estómago o el esófago, los signos son mucho más graves que si se producen en otras zonas. Además, si hay una obstrucción total, los síntomas también son más graves y es potencialmente más peligroso.
Ya sea parcial o total, la obstrucción del tracto gastrointestinal puede dar lugar a hipovolemia, deshidratación, y afectación del sistema linfático. La obstrucción prolongada puede conducir a la necrosis de las mucosas (muerte del tejido) y que ello permita que las bacterias y las toxinas puedan ser absorbidas
Los síntomas más comunes son vómitos con sangre, regurgitación, dolor y distensión abdominal, diarrea con sangre, dificultad para defecar, pérdida de apetito y de peso y dificultad para respirar.