La parálisis es progresiva y puede avanzar con rapidez. En el transcurso de días a semanas, la parálisis puede extenderse desde las piernas hacia el cuerpo y el sistema respiratorio. Si el perro desarrolla problemas respiratorios graves, requerirá ser hospitalizados durante días hasta que pueda respirar con normalidad. Es posible que experimente dificultad para beber agua, por ello su veterinario podría tener que administrar líquidos vía intravenosa. En algunos casos, el perro podrá necesitar de fisioterapia a causa de la atrofia muscular generalizada.
La recuperación es distinta en cada caso. Algunos pueden recuperarse rápidamente en días o semanas, mientras otros nunca se recuperarán por completo. Es importante mantener al perro en reposo absoluto, bajo observación, evitando que se sobresalte, manteniéndolo alejado de niños y perros. Mientras el perro esté descansando, asegúrate de girarlo de un lado a otro cada cuatro horas para prevenir úlceras por presión como resultado del estar en una sola posición durante tiempo prolongado.