Potasio bajo en la sangre de los gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

La hipopotasemia hace referencia a concentraciones anormalmente bajas de potasio en sangre, afectando la capacidad de funcionamiento normal de los tejidos dado que el potasio participa en funciones celulares y eléctricas del corazón, nervios y músculos.

Síntomas

Los síntomas se relacionan con la causa subyacente de la hipopotasemia. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Pérdida de apetito y de peso
  • Vómitos
  • Aumento de sed y de micción
  • Letargo
  • Debilidad y dolor muscular
  • Pérdida de masa muscular
  • Caída del cuello
  • Parálisis de los músculos implicados en las respiraciones, causando dificultad en la respiración
Causas

Pérdida de potasio por la orina, enfermedad renal crónica, diálisis, enfermedades metabólicas, vómito, diarrea, obstrucción intestinal, ingesta insuficiente de potasio en la dieta, inanición, administración de insulina y glucosa, estrés, administración de fármacos para aumentar la producción de orina o suministro de líquido por vía intravenosa son solo algunas de las causas que pueden llevar a una hipopotasemia.

Diagnóstico

Deberá proporcionar un historial completo de la salud de su gato, incluido un historial de síntomas y la naturaleza del mismo. 

El veterinario ordenará un perfil químico de sangre un hemograma completo y un análisis de orina acompañado de un  examen físico. Las radiografías abdominales, la ecografía, la tomografía computarizada y la resonancia magnética también se pueden usar para diagnosticar la causa subyacente de la hipopotasemia.

Tratamiento

Si la condición del gato es grave, puede ser hospitalizado para recibir suplementación de potasio y tratamientos para estabilizar síntomas peligrosos como latidos irregulares del corazón y parálisis de los músculos respiratorios. Una vez diagnosticada la causa subyacente, podrá suministrarle el tratamiento adecuado para evitar otro episodio de hipopotasemia. 

Es posible que los niveles de potasio de su gato deban medirse cada 6 a 24 horas, especialmente durante la fase inicial del tratamiento. Llame a su veterinario si observa algún cambio en los síntomas durante su cuidado en casa.