Pérdida de dientes y formación de una hinchazón blanda en el sitio del diente perdido (a menudo fluctuante con el líquido). El perro puede mostrar una fractura de la mandíbula inferior debido a daño quístico en el hueso circundante.

Dientes sin salir.

El veterinario buscará una masa oral que se forme en la raíz del diente. Pero son las imágenes radiológicas las que permitirán  un diagnóstico definitivo, permitiendo observar dientes faltantes o no salidos. 

Los resultados radiográficos pueden mostrar evidencia de un quiste radiotransparente que se origina en el órgano del esmalte remanente en el cuello del diente y que envuelve la corona.

Si existe una formación quística, el veterinario recomendará una extracción quirúrgica con desbridamiento del revestimiento quístico. Si la mandíbula ha sido dañada, su médico considerará un reemplazo de hueso sintético. 

Cuando sea indicado, se administrará una terapia antimicrobiana y de manejo del dolor apropiada  preoperatorio, con monitoreo y apoyo del paciente durante los procedimientos anestésicos. Si hay anomalías en el crecimiento de un diente y es un diente no esencial, sería mejor extraerlo incluso si no hay quistes.

Es posible que el perro requiera suplementos nutricionales por sonda o alimentos líquidos después de la extracción. Si esta condición se detecta a tiempo, el pronóstico es bueno de lo contrario, se puede producir una factura patológica de la mandíbula.