Hay tres categorías de epúlidos: fibromatosos, osificantes y acantomatosos. Los epúlidos acantomatosos, en particular, son muy invasivos para el hueso y suelen estar situados en la parte delantera de la mandíbula inferior. En ocasiones el gato no mostrará signos externos visibles. Por lo tanto, es importante revisar la boca del gato en caso de sospechar que hay un problema. Los síntomas asociados con las epúlceras incluyen:
- Dificultades para comer
- Salivación excesiva
- Mal aliento
- Pérdida de peso
- Agrandamiento de los ganclios linfáticos
- Sangre en la boca
- Mandíbula superior o inferior asimétrica