Hay varios signos y síntomas tanto de la septicemia como de la bacteriemia en los gatos. La bacteremia es el paso previo a la septicemia que puede causar el shock séptico. La septicemia es la inflamación sistémica provocada por una respuesta inmunológica exagerada por la presencia provocada de bacterias en la sangre.

Los signos y síntomas pueden variar mucho según los órganos que más se vean afectados. Los más habituales son:

• Tos y dificultad para respirar
• Escalofríos
• Fiebre
• Letargo y depresión
• Taquicardias (latidos rápidos del corazón)
• Soplo cardíacos

Las bacterias pueden entrar en la sangre por el aparato respiratorio, el digestivo, el urinario o la piel. Normalmente ocurre cuando el perro presenta otras enfermedades que incrementan el riesgo (diabetes, insuficiencia renal o hepática).

Normalmente se diagnostica con un hemocultivo donde es posible detectar la presencia de bacterias en la sangre.

Es importante tratar la enfermedad con celeridad para evitar daños en órganos vitales. Se suministrarán antibióticos propicios para ayudar a combatir a la bacteria presente en la sangre. El veterinario tratará de determinar el tipo de bacteria que causa la infección y si existen órganos afectados para decidir la medicación prescrita en cada caso.

Si el gato no se trata a tiempo, la infección de la sangre puede derivar en un shock séptico que constituye un cuadro clínico muy grave. En caso de shock séptico el veterinario además de los antibióticos, suministrará oxígeno y terapia de fluidos.