Síndrome de Key-Gaskell en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Malo

El síndrome de Key-Gaskell o la disautonomía felina es una condición neurodegenerativa caracterizada por el mal funcionamiento del sistema nervioso autónomo. El sistema nervioso autónomo es el que controla las funciones corporales sin pensamiento consciente. 

Es una condición rara y suele afectar a gatos jóvenes no cachorros. El pronóstico es reservado.

Síntomas
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Falta de tono de esfínter
  • Estreñimiento
  • Regurgitación
  • Anorexia y pérdida de peso
  • Pupilas dilatadas sin respuesta
  • Falta de producción de lágrimas
  • Fotofobia
  • Goteo de orina
  • Esfuerzo para orinar
  • Vejiga distendida
  • Dolor abdominal
  • La nariz y las membranas mucosas secas
  • Tos
  • Dificultad para respirar
  • Secreción nasal
  • Depresión
  • Pérdida de reflejos
  • Debilidad y desgaste muscular


Causas

Las causas son desconocidas.

Diagnóstico

El veterinario preguntará sobre síntomas y posibles incidentes que hayan llevado a esta condición. Realizará preguntas básicas para establecer qué órganos son los más afectados. Deberá realizar todo tipo de pruebas para poder evaluar el funcionamiento de todos los órganos regidos por el sistema nervioso autónomo. El veterinario tendrá que descartar otras enfermedades que hayan podido afectar a los órganos que funcionan sin pensamiento consciente.

Tratamiento

El pronóstico es reservado y la mayoría de gatos que sufren de este síndrome morirán o necesitarán una atención de por vida. 

El veterinario primero tratará de garantizar una correcta alimentación e hidratación y para ello administrará líquidos intravenosos y sondas para la alimentación en caso de que el gato no pudiera cubrir estas necesidades por sí solo.

Otros tratamientos pueden ser requeridos para proteger el buen funcionamiento de otros órganos si el sistema nervioso autónomo no actuase como debería. Se pueden recetar medicamentos para estimular la motilidad gastrointestinal, gotas para la sequedad ocular o establecer ayudar como por ejemplo en la micción para evitar la retención urinaria. Si el veterinario detectara infecciones o neumonía se recetarán antibióticos.

Los gatos que sobreviven pueden tardar más de un año en recuperarse y no recuperar nunca en su totalidad el funcionamiento del sistema nervioso autónomo.