Los síntomas variarán enormemente dependiendo del tipo de tumor y del sistema de órganos que se vean afectados por las secreciones anormales de dichos tumores. Este tipo de trastorno se relaciona más comúnmente con un tumor maligno, pero también puede ser el resultado de un tumor benigno que esté secretando hormonas. 

Los síntomas más característicos son:

• Pérdida de apetito
• Pérdida de peso
• Dermatitis
• Calvície
• Piel frágil
• Fiebre
• Prurito
• Úlceras
• Anemia
• Niveles bajos de glucosa en el cuerpo (hipoglucemia)

Tumor y/o presencia de cáncer en el cuerpo.

Deberá proporcionar un historial completo de la salud de su gato, incluido un historial de síntomas y la naturaleza del mismo así como posible incidentes que lo haya provocado. El veterinario ordenará un perfil bioquímico de sangre, un hemograma completo y un análisis de orina acompañado de un examen físico detallado.

El diagnóstico estará asistido por radiografías de tórax para descartar o confirmar el cáncer en los órganos que allí se encuentran. La ecografía también se podrá utilizar para examinar la estructura de los órganos internos y glándulas suprarrenales. Adicionalmente, se puede tomar biopsias de los órganos afectados.

El tratamiento invasivo es necesario, según las circunstancias, ya que es común observar estos trastornos en gatos con tumores malignos. La quimioterapia también puede ser una opción, si el tumor es del tipo que probablemente responda a la terapia química. Para pacientes donde no se puede extirpar o tratar el tumor subyacente, se planificará el tratamiento para mejorar la calidad de vida.

El pronóstico general dependerá de la naturaleza de los tumores que causan los síndromes paraneoplásicos. Después de una intervención quirúrgica o un tratamiento químico para el tumor en cuestión, la mascota requerirá de reposo absoluto, dietas especializadas y en algunos casos, soporte nutricional vía intravenosa. Normalmente, los gatos que presente este trastorno tienen pocas probabilidades de sobrevivir.