Testículo retenido en gatos
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

Los testículos retenidos o criptorquidia se produce cuando uno o los dos testículos no pueden descender al saco escrotal. Habitualmente los testículos se colocan en su sitio habitual a los 2 meses. Si a los 6 meses no se han colocado correctamente ya difícilmente lo harán más tarde.

Esta enfermedad puede tener graves repercusiones en la salud de los gatos. Puede provocar infertilidad, tumores u otros graves problemas y hay que solucionarlo cuanto antes si queremos evitar males mayores.

Síntomas

Esta condición rara vez tiene síntomas visibles. Sin embargo en ocasiones puede aparecer un dolor abdominal agudo. Esto ocurre cuando el cordón espermático de los testículos retenidos se ha retorcido, cortando el suministro de sangre a los testículos. 

También en ocasiones, el comportamiento femenino puede ser otro síntoma de esta condición.

Causas

Habitualmente es una condición heredada genéticamente. 

Diagnóstico

El veterinario primero realizará un examen físico. Mediante palpación podrá notar el testículo o los testículos no descendidos si han quedado retenido en el canal inguinal de la ingle. Si estuviesen más en el interior del abdomen, la única forma de verlos sería mediante pruebas de ultrasonidos.

Si sólo queda un testículo no descendido, lo más habitual es que sea el derecho.

Tratamiento

Si la enfermedad se detecta antes de los 6 meses de edad, el veterinario podría optar por un tratamiento hormonal para tratar de que descienda el o los testículos retenidos. 

Si fuera más tarde, el veterinario deberá realizar una intervención quirúrgica para extirpar los testículos. La extirpación no debe realizarse de forma prematura pero no conviene retrasarlo porque a partir de los 4 años es cuando mayores probabilidades tendrá el gato de desarrollar un tumor.

Durante el postoperatorio será muy importante la higiene y convendría utilizar un collar isabelino para evitar que el gato pueda acceder a la cicatriz e infectarla.