Además de los testículos pequeños, también presenta infertilidad por poca presencia de esperma en el semen.
El subdesarrollo o desarrollo incompleto de los testículos se conoce como hipoplasia. La hipoplasia puede ser unilateral o bilateral según afecte a uno o los dos testículos.
El desarrollo incompleto de los testículos produce una reducción marcada en el esperma y también en el tamaño del o los testículos afectados.
Además de los testículos pequeños, también presenta infertilidad por poca presencia de esperma en el semen.
Habitualmente la causa es congénita. Sin embargo, en algunos casos la hipoplasia ha sido causada por factores externos como la exposición a radiaciones, toxicidad química, exposición al calor o lesiones.
En primer lugar, el veterinario realizará una inspección física para ver si los testículos tienen el tamaño normal para la raza del perro.
Si no estuviera claro, el veterinario puede realizar una histopatología y un espermiograma. Con el análisis del semen podrá valorar si el número de espermatozoides es o no normal.
En ocasiones es difícil de diferenciar la hipoplasia de la degeneración testicular que también provoca una disminución de espermatozoides. Para diferenciarlo, el veterinario podría encargar pruebas de imagen porque el túbulo seminífero en la degeneración testicular queda engrosado y arrugado.
Es poco probable que un perro con hipoplasia pueda ser fértil. Uno con degeneración testicular algo más pero también es muy difícil. Conviene hablar con el veterinario porque si la cría no fuera algo prioritario, lo mejor para evitar problemas sería la esterilización.