Tiña en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

La tiña es una infección fúngica que afecta a la piel. Es muy contagiosa y normalmente está causada por el hongo Microsporum canis. Las esporas mantienen su capacidad de infección durante más de 18 meses y los gatos se infectan por el contacto con otros animales infectados o con objetos que hayan estado en contacto con animales infectados. Se trata de una enfermedad zoonótica muy contagiosa que conviene tratar lo antes posible para proteger también a las personas y animales que puedan tener contacto con un gato infectado.

Los hongos habitan y se reproducen en capas superficiales de la piel, en el pelo y en las uñas y se alimentan de la queratina que hay alrededor de los pelos.

Síntomas

Los síntomas que afectan a los gatos con tiña pueden llegar a la presencia de células de piel muertas. Estas células pueden dar lugar a: caspa (escamas); a piel irritada y enrojecida (eritema); a piel oscura (hiperpigmentación); picor (prurito); y pérdida de pelo (alopecia), que puede ser desigual o circular que es habitual en gatos.

Algunos otros síntomas de la tiña son lesiones elevadas, redondeadas y nodulares conocidas como lesiones granulomatosas o forúnculos. Los granulomas son lesiones nodulares elevadas que frecuentemente supuran (queriones), como resultado de la infección por tiña. También puede haber inflamación de los pliegues de la piel que bordean la uña y otros pliegues de la piel y las uñas, lo que se conoce médicamente como paroniquia.

Causas

Está provocado por Microsporum canis, Trichophyton mentagrophytes y Microsporum gypseum.

La enfermedad se contrae por contacto con otros animales infectados (habitualmente personas o gatos). El contacto puede ser directo o a través de objetos contaminados (camas, cepillos,…). 

Algunos gatos contraen la enfermedad pero no exteriorizan ningún síntoma. En estos casos es muy difícil poder prevenir.

Junto con la presencia del hongo, también influye el sistema inmunológico del animal. Normalmente afecta a gatos jóvenes puesto que lo tienen menos desarrollado.

Diagnóstico

El veterinario realizará un examen físico y si sospecha que el gato tiene tiña, realizará un cultivo fúngico. Retirará una muestra de pelo o realizará una biopsia de piel que se analizará en el laboratorio.

Tratamiento

El tratamiento habitualmente se realizará en casa. Por ello hay que tener en cuenta que es una enfermedad contagiosa para las personas. Es aconsejable aislar al animal en casa y después desinfectar las zonas donde ha pasado la enfermedad para evitar contagios.

En casos leves, los tratamientos tópicos suelen ser suficientes: baños de azufre de cal, enjuagues de enilconazol y champú de miconazol. Y en los casos más graves probablemente también sea necesario suministrar antimicóticos.

El tratamiento no se suspenderá hasta estar seguros de haber solucionado el problema porque son frecuentes las recaídas. Para ello, el veterinario realizará un cultivo fúngico que confirme que se han eliminado los hongos antes de suspender el tratamiento.