Tras conocer el historial médico de la mascota, el veterinario realizará pruebas de perfil bioquímico, análisis de orina y hemograma completo para conocer el estado general de salud del gato. Los resultados podrían revelar signos de infección, anemia y glóbulos blancos anormalmente más bajo que el rango normal mínimo.
El diagnostico visual se complementará con ecografía, tomografía computarizada y radiografía. En la radiografía podrá observarse pérdida de la arquitectura normal de los vasos sanguíneos y opacificación del pulmón afectado.