- Llanto u otra vocalización
- Babeo excesivo
- Dificultad para respirar
- Rascar la boca y/o los ojos…
- Cambio en el color de las membranas de la boca – pueden estar inflamadas o pálidas
- Alta temperatura
- Colapso y movimientos descordinados
Los sapos son animales que utilizan una sustancia tóxica para defenderse básicamente cuando se sienten amenazados. No todos los sapos tienen el mismo nivel de toxicidad y la gravedad de la condición dependerá del tipo de sapo con el que haya estado en contacto tu gato.
La intoxicación por veneno de sapo se presenta básicamente en gatos que pasan bastante tiempo en el exterior y que viven en zonas húmedas.
Haber mordido o haberse acercado en exceso a un sapo.
El veterinario preguntará por lo que ha hecho el gato en las últimas horas y cuándo se detectaron el inicio de síntomas.
Después realizará un análisis de sangre para detectar anomalías aunque no suele ser muy relevante a menos que detecte unos niveles altos de potasio que puede ser consecuencia del veneno del sapo. También es relevante realizar un electrocardiograma porque el veneno de sapo altera el ritmo cardíaco.
El diagnóstico dependerá del grado de toxicidad del veneno del sapo. En caso de que fuera muy venenoso, puede ser mortal y es muy importante la celeridad en el inicio del tratamiento.
El veterinario limpiará la boca del gato para evitar que siga absorbiendo veneno y controlará el funcionamiento del corazón. Con medicación tratará de estabilizar el ritmo cardíaco y reducir la salivación del gato.