Tumor de la envoltura nerviosa en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

Los tumores de la envoltura nerviosa son tumores que crecen a partir de las células que cubren los nervios periféricos y espinales, comprometiendo de esta manera su funcionamiento. Más del 80% de estos tumores afectan las extremidades anteriores de los perros.

Distinguimos distintos tipos de tumores de envoltura nerviosa y pueden ser benignos o malignos. Los Scwannoma y los neurofibroma son benignos mientras que los neurofibrosarcoma y los tumores malignos de la vaina nerviosa periférica (MPNST) son malignos.

Síntomas

Los síntomas dependen del nervio afectado. Los síntomas generales son letargo, pérdida de apetito y de peso. A partir de estos síntomas generales tenemos la afectación a las patas que se traduciría en cojera progresiva y crónica en la extremidad trasera, pérdida muscular, disminución del tono muscular y movimientos descoordinados.

De todas formas, el tumor también podría afectar a los nervios craneales y se traduciría en parálisis facial dolor, debilidad y dificulta para masticar. Si afectara a los nervios espinales, el perro mostraría parálisis, incontinencia urinaria o fecal y dolor de espalda.


Causas

La causa exacta es incierta y desconocida.

Diagnóstico

Se llevará a cabo un examen físico exhaustivo acompañado de un hemograma completo, perfil químico sanguíneo y análisis de orina. El veterinario realizará un examen neurológico y podría solicitar un análisis del líquido cefalorraquídeo. También solicitará una Electromiografía (EMG) para evaluar la función nerviosa y pruebas de imagen para evaluar la extensión del tumor.

Para confirmar el diagnóstico, puede ser necesario una biopsia para tomar muestras de las envolturas de los nervios utilizando la guía del ultrasonido. Igualmente, es ideal realizar una resonancia magnética para una prueba más específica del diagnóstico de la enfermedad.

Tratamiento

El tratamiento dependerá del tipo de tumor localizado y evidentemente también de la ubicación y de la extensión. Lo ideal sería poder extirpar el tumor pero no siempre es posible y en ocasiones el veterinario tendrá que optar por la radio o quimioterapia. El veterinario también debería suministrar medicamentos para aliviar el dolor del perro y limitar la actividad física.

Es conveniente monitorizar la ingesta de agua y de alimentos mientras la mascota recobra la salud.  Durante la recuperación y si el veterinario así lo indica, el perro solo saldrá a hacer caminatas cortas muy lentas al aire libre o cerca de su área de descanso. 

El pronóstico depende del tipo de tumor y de la efectividad del tratamiento. En muchos casos hay que acabar amputando alguna extremidad porque son la zonas más afectadas.