- Falta de apetito
- Pérdida de peso, a menudo rápida
- Letargo
- Bultos y grasa en la piel con textura elástica o firme
El histiocitoma fibroso maligno es un tumor invasivo que contiene una cantidad anormalmente elevada de histiocitos, glóbulos blancos que se encuentran dentro del tejido conectivo del cuerpo. Los histiocitos también conocidos como macrófagos tisulares, envuelven los desechos celulares y agentes infecciosos cumpliendo un papel crucial en la defensa del sistema inmune.
Los histiocitomas por lo general son de crecimiento benigno, pero cuando el tumor está compuesto de histiocitos y fibroblastos, se torna maligno. Los fibroblastos son células residentes en el tejido conectivo que se reproducen rápidamente y tienen un papel clave en la curación de heridas. Es una enfermedad felina muy rara.
El tumor deriva del tejido mesenquimatosos y se puede encontrar en cualquier órgano o en forma de nódulos subcutáneos en la piel.
Es de origen idiopático.
El veterinario realizará un perfil bioquímico sanguíneo junto con un recuento completo sanguíneo para determinar el estado de salud del gato. Las imágenes de rayos X para detectar masas tumorales, acompañado de una biopsia y un examen histológico servirá para definir la composición exacta de la masa y un correcto diagnóstico.
La quimioterapia es útil sobre todo cuando las células cancerosas se han extendido a varias áreas del cuerpo. Si el tumor aún no ha metastizado, se podrá extirpar quirúrgicamente. En caso que el tumor afecte u obstaculice alguna extremidad, la mejor opción es la amputación de la extremidad afectada.
A medida que su gato mejore, el veterinario programará controles de progreso. En caso de administrársele quimioterapia, el gato podrá experimentar efectos secundarios. Mantenga una comunicación abierta con su veterinario.